Sólo 500 han regularizado su situación en el INM, pero la mayoría ya trabajan.
La comunidad haitiana y africana en Tijuana poco a poco se ha ido incorporando a la comunidad trabajadora de esta frontera, consiguen trabajos y empiezan a dejar los albergues para rentar.
Alain es un migrante haitiano que llegó en diciembre a Tijuana, rápidamente se incorporó a la vida social y laboral de esta frontera.
Con tres idiomas trabaja de mesero en un restaurante de la zona centro de Tijuana.
Asegura que al principio fue difícil, sin embargo, ha sido bien recibido por los mexicanos.
Como él hay al menos 3 mil 900 migrantes en la ciudad y muchos de ellos vienen bien preparados.
Empleadores aseguran que son muy responsables y trabajadores, Alain es uno de los siete haitianos que trabajan en el restaurante La Playita, sin embargo, aseguran que diariamente llega un importante número a pedir trabajo.
La integración de la comunidad haitiana y africana en Tijuana se realiza poco a poco, en los albergues empieza a disminuir el número de personas, ya que se están independizando, primero obtienen trabajo y luego rentan cuartos o departamentos.
En esta comunidad hay doctores, maestros y personas muy bien preparadas, pero se les ve trabajando en restaurantes, auto lavados, pescaderías, fábricas y tiendas ante la necesidad de un trabajo que les permita hacer vida en la frontera.
