Algunos en contra y otros a favor.
La ahora autodenominada «Caravana contra Viento y Marea», conformada por alrededor de 600 migrantes, entre hombres, mujeres, niños y familias que decidieron permanecer a las afueras de la Unidad Deportiva Benito Juárez, este viernes serían trasladados a un nuevo albergue.
Se trata de una bodega de «La Marquesita», un espacio que tenía años sin utilizarse. ubicado a unos pasos de lo que fue el primer albergue temporal en la Zona Norte de Tijuana.
Esto tras las gestiones del Sacerdote Alejandro Solalinde, el delegado federal y senador con licencia Jaime Bonilla y el presidente Andrés Manuel López Obrador, de donde vendrán los recursos para sostenerlo.
Un lugar que ha sido adaptado para que tengan todas las facilidades como ellos lo llaman un hotel de 5 estrellas, donde tendrán techo, seis baños, comida por parte de la Marina, módulos de atención médica, luz y agua.
Aún así hay un remanente de centroamericanos que se oponen al cambio, debido a que temen los priven de su libertad, las reglas sean muy duras y exista vigilancia de la Policía Federal.
Aunque esta Caravana aceptó a un contingente de aproximadamente 120 personas que se regresó del albergue El Barretal, afirman no dejarán entrar a nadie más por motivos de seguridad y por la organización que se tendrá dentro del lugar.
El tiempo de permanencia en la bodega lo desconocen, pero aseguran sólo será en lo que regularizan su estancia en el país, consiguen un trabajo estable o les toca su turno en la lista para solicitar asilo político en la Garita El Chaparral.
