La flor de nochebuenas también conocida como Cuetlaxochitl, Flor de Pascua, Poinsettia, Santa Catalina y flor de fuego es muy antigua, se originó en Centroamérica y en México en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Cuenta la historia que fue Joel Roberts Poinsett el primer diplomático de Estados Unidos quien hiciera famosa esta Planta a nivel comercial, todo empezó cuando visitó la ciudad de Taxco y quedo cautivado por la belleza de la flor que adornaba las calles.
Desde entonces el diplomático compro varias de las plantas de nochebuena y las envió a Estados Unidos y fue presentada como planta comercial en 1929 en una exposición.
En los registros históricos los aztecas llamaba a esta planta Cuetlaxochitl que significa “flor de pétalos resistentes como el cuero”, para otros la traducción era “flor que se marchita”.
Ritualmente esta planta aparece en la mayoría de las fiestas sagradas mexicas sobretodo en la dedicada a Huitzilopochtli, el Dios de la Guerra. Para los aztecas la flor simbolizaba la pureza y la nueva vida que obtenían los guerreros muertos en batalla, ellos pensaban que regresaban a la tierra en forma de mariposa o colibríes que se alimentaban del néctar de la flor de nochebuena, por eso se colocaba en las ofrendas.
El nombre científico de la nochebuena es Eupherbua Pulcherima, descrito como un arbusto lechoso de la familia de las Euphobiáceas que llega a medir hasta 6 metros de altura.
Tras la llegada de los evangelizadores la flor de nochebuena se usó para adornar las iglesias y los belenes, e incluso se le asoció con estas fechas tan importantes por el color de sus hojas y se adoptó como símbolo de la navidad.
Actualmente existen más de 300 variedades de la flor de nochebuena, que varían en color de las hojas, tamaño del tallo y resistencia el ambiente.
